La henna, además de su valor estético, tenía un significado cultural y simbólico en el antiguo Egipto. A menudo se asociaba con fertilidad, protección y un aura positiva. La aplicación de henna en las uñas no era simplemente una elección cosmética sino también una representación de la conexión del usuario con estas creencias y prácticas culturales.
La mano momificada también sirve como testimonio de las avanzadas técnicas de conservación empleadas por los antiguos egipcios. La momificación era un proceso complejo y refinado que aseguraba la integridad física del difunto en su viaje al más allá. Aunque la mano ha experimentado cierta necrosis, su conservación general es un testimonio de la experiencia de los antiguos embalsamadores.