Tan pronto como se difundió la noticia del descubrimiento, científicos y arqueólogos de todo el mundo se interesaron en seguir investigando y estudiando este esqueleto. Sin embargo, trabajar con estos fósiles gigantes presentó muchas dificultades sin precedentes en la historia de la arqueología. Los esqueletos de gran tamaño y peso han ralentizado su movimiento, conservación y estudio. Al mismo tiempo, los arqueólogos se enfrentan al desafío de clasificar e identificar este animal, que nunca antes había aparecido en ningún documento ni fósil.
Ante las dificultades de este descubrimiento, los arqueólogos tienen que afrontar problemas lingüísticos y culturales. Interactuar con los residentes locales para recopilar información sobre el sitio del descubrimiento y comprender el contexto arqueológico se ha vuelto complicado, dadas las diferencias de lenguaje y percepción entre las partes involucradas. El contexto arqueológico se ha vuelto bastante complejo, dadas las diferencias de lenguaje e interpretación entre las partes.
Aunque los arqueólogos han encontrado muchas dificultades al manipular y estudiar este esqueleto gigante, el éxito del descubrimiento ha tenido una inmensa importancia para la historia de la arqueología y las ciencias potenciales. El descubrimiento de una especie de animal previamente desconocida abre la puerta a nuevos descubrimientos sobre el asombroso pasado de nuestra Tierra.
Los arqueólogos enfrentaron muchas dificultades, desafíos y misterios cuando descubrieron un esqueleto gigante en la región romana en 1980. Este descubrimiento marcó un momento importante en el campo de la arqueología y los posibles avances científicos. A pesar de las dificultades y controversias, han mantenido su pasión por el descubrimiento y el compromiso de acercar al mundo información valiosa sobre el misterioso pasado de nuestro planeta.