Los extraños restos fueron descubiertos durante una excavación antes de la construcción de turbinas eólicas cerca del pueblo de Bietikow en Brandeburgo, Alemania. Las personas que encontraron el esqueleto fueron Philipp Roskoschinski, de la empresa de asesoramiento arqueológico Archaeros, y Christoph Rzegotta. Inmediatamente después de que se publicara ampliamente la información sobre el esqueleto, atrajo mucha atención por parte de los expertos.
El Dr. Christof Krauskopf, del Museo Estatal de Brandeburgo y de la Administración del Patrimonio, determinó que el esqueleto de la mujer se encontraba en la llamada posición en cuclillas. El esqueleto yace sobre su lado derecho, con la cabeza mirando hacia el este.
El área de la tumba antigua que contiene los restos antiguos tampoco contiene ningún artefacto que pueda ayudar a los arqueólogos a tener más evidencia para determinar el período de enterramiento, aunque los expertos creen que tiene más de 4.000 años. La hipótesis de que la mujer fue enterrada era del Neolítico, entre el 2500 y el 2200 a.C.
Sin embargo, el aspecto que más interesa a los expertos es que no se ha explicado del todo el método de enterramiento y la extraña posición de los restos.
Con tan poca evidencia, se espera que se lleven a cabo más investigaciones, como datación por carbono, pruebas genéticas y análisis de isótopos de estroncio de los dientes de la mujer, que podrían revelar detalles sobre el entorno en el que nació esta persona.